Aguas superficiales, aguas capilares y aguas brutas
Nuestro planeta se constituye, en su mayoría, por grandes masas de agua. Las diferencias entre ellas determinarán si son aptas o no para el consumo humano. Sus orígenes y sus características naturales establecen una gran diversidad de aguas. Veamos ahora, las aguas superficiales, el agua bruta y la capilar.
Las aguas superficiales continentales son las que se encuentran en la superficie de la Tierra. Se dividen en aguas corrientes y aguas estancadas; las primeras son las masas de agua que se mueven en una misma dirección y pueden circular continuamente, como los ríos y los arroyos; mientras que las segundas son las aguas interiores que no presentan corriente continua, como los lagos, las lagunas, las charcas y los pantanos.
Los cursos de agua superficiales constituyen las arterias por las que se evacuan los excedentes hídricos procedentes de las precipitaciones en un territorio. El comportamiento hídrico de cualquier territorio puede compararse al de una esponja a la que se le suministra agua; si el agua suministrada es inferior a la capacidad de almacenamiento o a su velocidad de absorción, el agua pasa al interior, pero si se rebasan ambos límites, el agua excedente fluye por la superficie de la esponja hacia otro lugar. Cuando el suministro de agua cesa, la esponja seguirá expulsando agua por flujo subterráneo desde el almacén interior, que saldrá al exterior de diversas formas: flujos subsuperficiales, surgencias, fuentes, manantiales.
Parque de los lagos, en Croacia
Agua como esta puede denominarse también agua bruta, pues se trata de agua que ha de ser tratada antes de convertirse en agua potable. También se la denomina agua cruda. Como dijimos, toda agua bruda debe ser tratada para su consumo y esa es la parte más delicada del sistema. El tipo de tratamiento varía según la calidad del agua bruta. Una planta de tratamiento de agua potable completa generalmente consta de los siguientes componentes:
- Reja para la retención de material grueso, tanto flotante como de arrastre de fondo;
- Desarenador, para retener el material en suspensión de tamaño fino;
- Floculadores, donde se adicionan químicos que facilitan la decantación de sustancias en suspensión coloidal y materiales muy finos en general;
- Decantadores, o sedimentadores que separan una parte importante del material fino;
- Filtros, que terminan de retirar el material en suspensión;
- Dispositivo de desinfección.
Potabilización del agua cruda
Agua capilar
Pero no sólo existen grandes masas de agua, también hay pequeñas concentraciones, como las del agua capilar; se trata de una fracción del agua que ocupa los microporos, se mantiene en el suelo gracias a las fuerzas derivadas de la tensión superficial del agua. Esta fracción del agua es utilizable por las plantas, es la reserva hídrica del suelo.
Al cabo de unos días, cuando ya ha drenado el agua, el suelo presenta una determinada humedad o capacidad de retención. Esta agua es la que se queda en los poros más pequeños, retenida por las fuerzas de adsorción que aparecen entre las partículas y las delgadas capas de agua que se encuentran en estos microporos. Esta agua retenida, después de que ha drenado el agua gravitacional, puede dividirse en agua capilar o agua ligada.
El agua capilar es la fracción del agua retenida por el suelo que puede ser absorbida por las raíces de las plantas, mientras que el agua ligada forma una capa tan fina alrededor de las partículas del suelo y está tan fuertemente unida a ellas que no puede ser aprovechada por las plantas.
Distribución vertical de aguas en el subsuelo, agua capilar y agua ligada
Como veis, la superficie de nuestro planeta se compone de muchos y muy distintos tipos de agua. Enormes y pequeñas reservas, que a pesar de sus diferencias, comparten su vulnerabilidad ante la presencia del hombre
Fuentes: Wikipedia, Los suelos y la vida