El 80 por ciento del agua subterránea de Galicia no es apta para consumo
Los pozos sépticos y las fosas sépticas no sólo un problema de un lejano tercer mundo. Y es que ya iniciado el siglo XXI, continúan siendo el destino de aguas residuales domésticas e industriales, y no sólo en el medio rural, sino también en casi todos los municipios urbanos de Galicia. El problema ha llegado a tal punto que, luego de algunos estudios, el Instituto Geológico y Minero de España finalmente verifica que el 80 por ciento de las muestras tomadas en aguas subterráneas de Galicia son bacteriológicamente no aptas para el consumo humano.
Se ha informado que según los trabajos realizados por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos de A Coruña, la mayor parte de esta contaminación se debe a la infiltración de purines y lixiviados procedentes de pozos negros construidos en las proximidades de instalaciones ganaderas.
Los expertos coinciden en que la forma más efectiva para evitar estos problemas es la transformación de estos pozos negros en pequeñas plantas depuradoras; así, se impediría que las grandes concentraciones ganaderas de excrementos de animales altere la calidad de las aguas subterráneas.
El problema es que más de la mitad de los 4.500 puntos detectados durante el último año por los técnicos de la Xunta en toda Galicia, no cumple con la debida autorización de vertido, requerida para estas depuradoras. Además, cabe mencionar que exinten deficiencias en las redes municipales de saneamiento, vertidos puntuales de alivios de dichas redes, conexiones erróneas entre redes de separación y carencias de sistemas de saneamiento y depuración.
Normativa europea
Cabe recordar que la normativa europea obliga además -desde el 1 de enero del 2006- a depurar los vertidos domésticos de los núcleos habitados por menos de 2.000 personas; lo que en numerosas zonas de Galicia todavía no se cumple por falta de plantas depuradoras, pese a que evacuan sus residuos a aguas continentales o estuarios como especifican las directrices de la Unión Europea.
Así las cosas, casi 130 millones de litros de agua al día quedan sin depurar en Galicia, según los datos publicados este verano por el INE. Se trata de la comunidad que menor porcentaje de hogares tiene conectados a las redes públicas de abastecimiento y saneamientos, en gran medida por la diseminación de sus núcleos habitados, tantos que suman la mitad de todos los existentes en España.
Mientras la media estatal de utilización de sistemas privados de eliminación o almacenamiento de aguas residuales está situada en el 6,45 por ciento, en Galicia, 28 de cada cien hogares aún utilizan pozos negros y fosas sépticas, en su mayoría sin sistemas que garanticen su estanquidad o correcto filtrado.
A finales de agosto, la Xunta llamó a licitación para un plan de control de vertidos al agua; mientras que la Consellería de Medio Ambiente e Infraestructuras informó que ha inventariado 7.073 puntos de vertido en 128 ayuntamientos.
El plan de inspección y seguimiento exhaustivo de los vertidos en Galicia se incluye dentro del Plan de Infraestructuras Hidráulicas, que acomete actuaciones sobre ríos, lagunas y rías gallegas para atajar puntos que viertan agentes contaminantes, y que pretende alcanzar en 2015 el saneamiento total de las aguas de Galicia.
Fuente:
La Voz de Galicia 1
La Voz de Galicia 2
La Voz de Galicia 3