Filtros cerámicos, una opción económica y eficaz

Ya te hemos mostrado los filtros clásicos que nos ayudan a obtener un agua de mayor pureza y evitar la compra de grandes cantidades de botellas plásticas. Ahora hablaremos sobre los cerámicos y los destiladores que son una alternativa a los métodos tradicionales.

A quienes no les satisface la calidad del agua de grifo, el mercado les brinda múltiples opciones en aguas embotelladas, aunque el hecho de consumir grandes cantidades de agua envasada en PET no es una buena acción. Claro que existe una amplia gama de envases de lata y vidrio, que son una buena alternativa. Al igual que los filtros domésticos. Los más utilizados son el carbón activo y la ósmosis inversa, pero hay otros menos conocidos que podrí­an interesarte.

Los filtros cerámicos constituyen una solución barata y eficaz que, en principio, fue pensada para abastecer de agua potable a aquellos lugares donde no llega la red de distribución. Los modelos más simples consisten en un recipiente de cerámica cuya porosidad retiene los microorganismos y otros agentes contaminantes. Este tipo de filtro se elabora con materias primas básicas, como la arcilla, arena o aserrí­n, sin consumir energí­a y por alfareros tradicionales o personas especializadas. Es decir, su producción se cubre con un pequeño coste.

Es un método tan simple y eficaz, que organizaciones como Ceramistas por la Paz se encarga de difundir esta enseñanza en 14 paí­ses donde la distribución de agua potable es escaza o inexistente. Es más barato y seguro que las tabletas de cloro.

Claro que también existen modelos más sofisticados, para aquellas personas que, teniendo acceso al agua de red, deciden incorporar (por distintas razones) uno de estos filtros. Algunos incluyen plata coloidal, que aumenta el poder de desinfección; otros incorporan un cartucho con el filtro cerámico recambiable y carbón activo, que no deja pasar los compuestos orgánicos como plaguicidas y derivados del cloro, ni metales pesados como el plomo.

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